
La clave reside en buscar el lugar apropiado para tan escatológico fin.
Los "accidentes" normalmente ocurren en el tiempo correcto, y por otro lado previsible, pero en el lugar inapropiado: todos los cachorros "descomen y desbeben" entre los cinco y los veinte minutos posteriores a la ingestión de agua y/o comida, después de levantarse de la siesta y después o durante el juego.
Los perros son limpios por naturaleza, si les damos unas pautas correctas y un lugar adecuado, aprenderán en poco tiempo.
Se les debe enseñar sistemáticamente a diferenciar entre las zonas de interior y exterior del hogar para que solo utilicen la segunda posibilidad: fuera de casa.
RUTINA
Tan pronto como podamos salir con nuestro perro fuera de casa (periodo vacunal completo), seremos rutinarios con la alimentación y con las salidas: el animal come y bebe... e inmediatamente a la calle; así, al menos, tres veces al día (aunque lo ideal sería tantas veces como fuera necesario).
Nos aseguraremos en las salidas de establecer un buen historial de recompensas, llevando al cachorro de la correa, al mismo sitio, en intervalos frecuentes. Si hace lo que tanto deseamos: ¡felicítale efusivamente y dale un buen trozo de premio para perros!
Es importante saber que las regañinas, solo se aplicarán si pillamos al animal en pleno acto; si te retrasas un segundo estarás castigándole por otra cosa. Pongamos que tu perro hace pis y después da unos pasitos y se sienta, entonces le regañas: ¿qué entiende el animal que es la razón de la reprimenda?: el haberse sentado; los cachorros también deben aprender que sus actos tienen consecuencias (premios o reprimendas) INMEDIATAS (antes de un segundo).
No le pegues, no le grites, no le restriegues el hocico con sus heces o pises, simplemente dile: "¡aquí no!" y llévalo al sitio donde si quieres que evacue.
Lo más difícil de este proceso es mantener a tu cachorro siempre vigilado. Si te despistas, solo por un segundo, tu cachorro tendrá un accidente (Ley de Murphy)
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