jueves, 3 de julio de 2008

Carácter Canino

Si bien es cierto que cada raza tiene sus propias características y patrones de comportamiento, también es innegable que cada perro tiene una personalidad propia al margen de la raza, y que al igual que el ser humano, el carácter se irá forjando con los años a través de sus propias experiencias, y las señales que reciba de su dueño y demás personas con las que convive.
Carácter y personalidad, vendrías a ser lo que determina la conducta social y es importante, observar y controlar como nuestro perro se relaciona con las personas y con otros animales, para poner correctivos o incentivar sus rasgos personales.

Dentro del mundo canino, pueden diferenciarse cuatro tipo de conductas básicas. Por lo general la conducta definitiva, tiene rasgos de los diferentes tipos de conducta, pero hay uno predominante y es el que debemos detectar en nuestro perro, para saber cual es la forma mas adecuada para educarle.

Carácter Agresivo:
El temperamento agresivo, al igual que los demás, puede tener un componente genético aunque su expresión final depende del aprendizaje recibido. Un ejemplo son los perros que han sido tradicionalmente seleccionados por su comportamiento de guardia como el Rotweiler, el Doberman, y el Ovejero Alemán. En estos ejemplares la agresividad puesta al servicio de la protección del hogar puede transmitirse de una generación a otra. No obstante, la educación puede provocar profundos cambios en la personalidad de estos individuos, ya sea para disminuir su tendencia agresiva como para incrementarla.

Lamentablemente, en la actualidad es cada vez más común que los propietarios de estos perros estimulen su comportamiento agresivo. Esto puede terminar provocando más disgustos que satisfacciones, puesto que puede darse el caso de que personas inocentes sean agredidas por animales cuyos dueños han sobreestimado, consciente o inconscientemente, este rasgo.

Carácter Tímido:

La timidez también puede ser de tipo hereditaria, pero también pude ser producto del aprendizaje, o de las vivencias del perro en su etapa de socialización, como consecuencia del aprendizaje, o a partir de experiencias traumáticas, o por falta de contacto social. Un cachorro criado en condiciones de aislamiento, sin poder interactuar con otros congéneres, puede fácilmente transformarse en un perro tímido. Puede ocurrir por ejemplo, en cachorros que convivan con perros muy dominantes y con un temperamento agresivo. En este caso el carácter tímido es una consecuencia de las experiencias adversas que suelen producirse durante los primeros momentos de interacción con otros animales.

Carácter tímido-agresivo
Estos perros que en lugar de huir en situaciones que les provocan temor suelen agredir al responsable de ese contexto, pudiendo traer dificultades. El gran problema, con estos animales, es que la parte tímida de su personalidad hace que cualquier evento cotidiano les provoque temor, mientras que la parte agresiva los induce a atacar como forma de lucha contra ese miedo.

Este tipo de personalidad se observa frecuentemente en aquellos perros producto del apareamiento de una pareja en la cual uno de los individuos presenta una personalidad agresiva y el otro manifiesta un carácter tímido. Estos apareamientos generalmente son llevados a cabo por criadores inexpertos que pretenden compensar las características indeseables de la personalidad de los padres, sin saber que en realidad el resultado más probable sea el de un cachorro tímido-agresivo.

Carácter Sociable.

Los perros que presentan este tipo de carácter, son amistosos, y se hacen agradables y simpáticos. Este tipo de perros, pueden relacionarse fácilmente tanto con otros animales, como con personas ajenas a su entorno familiar, se llevan perfectamente con niños, pues pueden llegar a aceptar todas las demostraciones afectivas de éstos, y los toleran con gran paciencia. Si hay algo que podría ser negativo de este tipo de perros, es que no dudan en dar demasiadas demostraciones afectivas a cualquiera que les dé atenciones, lo cual siempre es peligroso para su seguridad.

En conclusión: Podemos decir que además de las características genéticas propias de la raza, es necesario proveer al perro desde cachorro de una buena educación y adiestramiento, que se traducirá en un perro adulto equilibrado, y sin problemas de carácter.

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